Memory vegetal

Descripción

Versión en madera con temática vegetal del clásico juego Memory compuesto por 28 piezas con 14 parejas de plantas y flores. Contiene también fichas identificativas con las que poder aprender el nombre de las diferentes plantas.

El Memory es un juego para 2 jugadores. Los jugadores levantaran fichas de 2 en 2 buscando encontrar parejas. El jugador que consiga hacer más parejas es el vencedor.
Lo primero que debes hacer, tras sacar las fichas de juego, es ponerlas con los dibujos hacía abajo. Asegúrate de mezclarlas de forma que nadie sepa cuál es cuál. Una vez mezcladas, decidid quién es el jugador inicial. Normalmente el jugador inicial es el más joven de los dos que estén jugando, pero podéis echarlo a suertes.
Cada jugador, empezando por el jugador inicial, dará vuelta a 2 fichas, si consigue descubrir una pareja de símbolos iguales podrá guardarlos para si como puntos. Sigue jugando hasta que no descubras una pareja. Si los símbolos que volteas son diferentes, vuelve a colocarlas boca abajo y le toca el siguiente jugador. El siguiente jugador repite el mismo proceso: girar 2 fichas, si son iguales se las queda como puntos y sigue jugando, sino, le toca al otro jugador.
El jugador que acumule más parejas una vez no quedan fichas por girar, es el ganador.
En la versión para 4 jugadores se forman 2 grupos de 2 jugadores cada uno. Cada jugador da la vuelta a 1 ficha, siendo su pareja el jugador que elige y voltea la otra ficha. El resto del juego es igual que la versión para dos jugadores.

Recomendado a partir de 3 años. Desde el primer año pueden empezar a manipularlo.

Al principio, puede que el niño no siga las reglas del juego. Pero él mismo, mediante el juego libre, comienza a crear diferentes dinámicas desde organizar las fichas, apilar, formar series buscando una lógica, empezar a identificar las figuras, ampliar su vocabulario… Y poco a poco comenzaremos a introducir el mecanismo del juego Memory.

Las piezas, realizadas en madera sin barnizar, estimularán el tacto del niño y su simplicidad ayudará a estimular su creatividad natural. Jugar al Memory favorece procesos cognitivos básicos como la percepción, la atención y la memoria. Ayuda a que los niños se centren en una actividad y a concentrarse en lo que están haciendo. Fomenta el desarrollo del lenguaje oral, y da lugar a utilizar vocabulario nuevo en relación al conjunto de imágenes que utilizamos en el Memory. Favorece el aprendizaje de las reglas y normas que deben seguirse para jugar correctamente. Refuerza la aceptación de la frustración cuando los niños pierden.

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